PREMIOS NOBEL.

 

 

1986 Wole Soyinka (Nigeria, 1934) poeta y dramaturgo

Viaje

     " Aunque llegué al final del viaje,
Jamás sentí que hubiera llegado.
Tomé la carretera
Que sube despacio la cuesta de las preguntas, y que me lleva 
Incluso a descender a la tierra que conduce a casa. Yo sé
Que mi carne está limpiamente mordisqueada, perdida
Para el perturbado pez entre las vainas susurrantes-
Yo los dejé atrás en mi ruta

Y así también con el pan y el vino
Necesito la repartición de derrota y carestía
Yo los dejé atrás en mi ruta
Jamás sentí que hubiera llegado
Aunque amor y bienvenida me atrapan en casa
Los usurpadores pasan mi copa en cada 
Banquete como en una última cena. 
"

 

1987 Joseph Brodsky (EEUU, 1940-1996) poeta

Cuánto tiempo he andado

     " Cuanto tiempo he andado taconeando por ahí se puede ver en mis talones. 
Tampoco se puede sacar la telaraña de mi frente con un dedo. 
Mas, lo que es grato en el ruidoso kikirikí 
es que suena igual que ayer. 
Pero un pensamiento negro tampoco puede ser mantenido en su lugar, 
como el mechón de cabellos que cae oblicuamente de mi frente. 
Y ahora no puedo soñar con nada, para existir menos, 
para venir y pasar menos a menudo, para no obstruir 
el tiempo. La parte pobre de la ciudad a través de la ventana 
ofende mi vista, para que a su vez, 
memorice al inquilino por su cara y no 
por la manera que piensa, el lado opuesto. 
Y dando vueltas en el cuarto como un shamán 
enrollo como una madeja de lana 
en mí mismo su vacío, para que mi corazón 
pueda saber algo de lo que Dios sabe. 
"

 

1988 Naguib Mahfuz (Egipto, 1911-2006) novelista y poet

El callejón de los milagros (fragmento)

     " Muchos testimonios lo proclaman: el callejón de Midaq fue una de las joyas de otros tiempos y brilló con rutilante estrella en la historia de El Cairo. ¿A qué Cairo me refiero? ¿Al de los fatimíes, al de los mamelucos o al de los sultanes otomanos? La respuesta sólo la saben Dios y los arqueólogos. A nosotros nos basta con constatar que el callejón es una preciosa reliquia del pasado. ¿Cómo podría ser de otra manera con el hermoso empedrado que lleva directamente a la histórica calle Sanadiqiya? Además tiene el café que todos conocen como el café de Kirsha, con muros adornados de abigarrados arabescos. Todo esto con una antigüedad neta, en estado de ruina y decadencia, y con fuertes efluvios de medicinas y drogas de otras épocas, que al paso del tiempo se van sustituyendo por los del presente y los del futuro. "

 

1989 Camilo José Cela (España, 1916-2002) novelista 

La familia de Pascual Duarte (fragmento)

     " Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo. Los mismos cueros tenemos todos los mortales al nacer y sin embargo, cuando vamos creciendo, el destino se complace en variarnos como si fuésemos de cera y en destinarnos por sendas diferentes al mismo fin: la muerte. Hay hombres a quienes se les ordena marchar por el camino de las flores, y hombres a quienes se les manda tirar por el camino de los cardos y de las chumberas. Aquéllos gozan de un mirar sereno y al aroma de su felicidad sonríen con la cara del inocente; estos otros sufren del sol violento de la llanura y arrugan el ceño como las alimañas por defenderse. Hay mucha diferencia entre adornarse las carnes con arrebol y colonia, y hacerlo con tatuajes que después nadie ha de borrar ya. "

 

1990 Octavio Paz (México, 1914-1998) poeta

El mar, el mar y tú, plural espejo, de Bajo tu clara sombra

     " El mar, el mar y tú, plural espejo, 
el mar de torso perezoso y lento 
nadando por el mar, del mar sediento: 
el mar que muere y nace en un reflejo. 

El mar y tú, su mar, el mar espejo: 
roca que escala el mar con paso lento, 
pilar de sal que abate el mar sediento, 
sed y vaivén y apenas un reflejo. 

De la suma de instantes en que creces, 
del círculo de imágenes del año, 
retengo un mes de espumas y de peces, 

y bajo cielos líquidos de estaño 
tu cuerpo que en la luz abre bahías 
al oscuro oleaje de los días. 
"

 

 

1991 Nadine Gordimer (Sudáfrica, 1923) novelista

Un arma en casa (fragmento)

La violencia fortuita de las calles nocturnas que habían esperado leer en el rostro desconocido del mensajero formaba parte de los riesgos posibles en ese lugar, junto con otros más generales, como el de contraer una enfermedad, no realizar una ambición, perder el amor. Aquellos que son responsables de una existencia admiten que la exponen a todo esto. Matar a una mujer en un arrebato de pasión celosa, el mero hecho de que se les ocurriera -con vergüenza, aceptando su banalidad periodística- suponía permitir incluso que la misma naturaleza de esos actos pudiera romper los límites de ese contexto vital.

 

 

Archipiélagos, de Mapa del Nuevo Mundo

     " Al final de esta frase, empezará a llover. 
Y al filo de la lluvia, una vela. 
Lentamente la vela perderá de vista las islas; 
La creencia en los puertos de toda una raza 
Se perderá entre la niebla. 
La guerra de los diez años ha terminado. 
El pelo de Helena, una nube gris. 
Troya, un foso de ceniza blanca 
Junto al mar donde llovi


zna. 
La lluvia se tensa como las cuerdas de un arpa. 
Un hombre con los ojos nublados la toca con los dedos 
Y tañe el primer verso de La Odisea. 
"

 

 

1993 Toni Morrison (EEUU, 1931) novelista

Paraíso (fragmento)

     " Las Hermanas de la Santa Cruz arrancaron todas las ninfas, pero las curvas de su cabello de mármol todavía estrangulan las hojas de parra y juguetean con su fruto. El frío se hace más intenso a medida que los hombres avanzan por las profundidades de la mansión mientras se entretienen, miran, escuchan, atentos a la maldad femenina que se esconde allí y al olor a levadura y mantequilla de la masa cuando fermenta. Fuera, la niebla llega a la altura de la cintura. Pronto se volverá de color de plata y formará arco iris en la hierba, lo bastante bajos como para que jueguen los niños, antes de que el sol la haga desaparecer y deje a la vista hectáreas de sorgo y, quizás, huellas de brujas.

 

 

1994 Kenzaburo Oe (Japón, 1935) novelista

Un asunto personal (fragmento)

     " Lentamente, Bird se quitó su sudorosa ropa y se recostó sobre la gastada cobija. Apuntalando su cabeza sobre sus dos puños miró con los ojos entrecerrados la panza sobre su vientre y su blancuzco e insuficientemente erecto pene. Himiko, con la puerta de vidrio del baño abierta de par en par, se reclinó de espaldas sobre el escusado, abrió de par en par sus muslos y bañó sus genitales con agua de un gran cántaro que sostenía en una mano. Bird la miró desde la cama un rato y supuso que esta era una sabiduría obtenida por relaciones sexuales con extranjeros. Luego volvió a mirar con calma su propia barriga y pene, y esperó. ..

 

1995 Seamus Heaney (Irlanda, 1939) poeta

Un papalote para Michael y Christopher

     " Durante toda esa tarde de domingo voló un papalote por encima del día, 
cuero bien estirado, puñado de paja al aire.
Al hacerlo, lo sentí gris y resbaloso, 
lo probé cuando, ya seco, se puso blanco duro, amarré los moños de periódico
a lo largo de su cola de dos metros.
Pero ahora estaba lejos, como una pequeña alondra,
y jalaba como si la cuerda pandeada fuera una red con que alguien intentara
pescar todo un cardumen. Un amigo mío dice que el alma humana
pesa casi lo mismo que una perdiz ; pero el alma anclada ahí, 
la cuerda que se afloja y luego asciende, 
pesa lo que una zanja clavada en los cielos.
Antes de que el papalote se hunda en el bosque
y esta cuerda se mueva inútil, muchachos, 
sientan en ambas manos el jalón de tristeza que corta, su raíz, su larga cola. 
Nacieron preparados. Párense frente a mí y hagan el esfuerzo. 
"

 

 

 

1996 Wislawa Szymborska (Polonia, 1923) poeta

Discurso en la oficina de objetos perdidos

     " Perdí unas pocas diosas camino del sur al norte,
también muchos dioses camino de este a oeste.
Un par de estrellas se apagaron para siempre, ábrete, oh cielo.
Una isla, otra se me perdió en el mar.
Ni siquiera sé dónde dejé mis garras,
quién anda con mi piel,
quién habita mi caparazón.
Mis parientes se extinguieron cuando repté a tierra,
y sólo algún pequeño hueso dentro de mí celebra el aniversario.
He saltado fuera de mi piel, desparramado vértebras y piernas,
dejado mis sentidos muchas, muchas veces.
Hace tiempo que he guiñado mi tercer ojo a eso,
chasqueado mis aletas, encogido mis ramas.
Está perdido, se ha ido, está esparcido a los cuatro vientos.
Me sorprendo de cuán poco queda de mí:
un ser individual, por el momento del género humano,
que ayer simplemente perdió un paraguas en un tranvía. 
"

 

 

 

1997 Darío Fo (Italia, 1926) dramaturgo

Muerte accidental de un anarquista (fragmento)

     " ¿El pueblo pide una auténtica justicia? Nosotros en cambio conseguimos que se conforme con una menos injusta. Los trabajadores gritan basta ya de la vergüenza de la explotación bestial, y nosotros procuraremos sobre todo que no se avergüencen más; pero que sigan siendo explotados... quieren no morir más en las fábricas, y nosotros pondremos alguna protección complementaria, algún premio para las viudas. Quieren ver como desaparecen las clases... y nosotros haremos que ya no haya tanta diferencia, o mejor aún, ¡qué no se note tanto! Ellos quieren la revolución... y nosotros les daremos reformas, muchas reformas... los ahogaremos en reformas. O mejor aún, los ahogaremos en promesas de reformas, ¡porque tampoco se las daremos nunca!. "

 

 

1998 José Saramago (Portugal, 1922-2010) novelista

El año de la muerte de Ricardo Reis (fragmento)

     " Ricardo Reis abrió el libro, vio unas señales incomprensibles, unas rayas negras, una página sucia. Ya me cuesta leer, dijo, pero incluso así voy a llevármelo. Para qué, para dejar al mundo aliviado de un enigma. Salieron de casa, Fernando Pessoa observó aún, no lleva usted sombrero, Sabe mejor que yo que allá no se lleva. Entonces vamos, dijo Fernando Pessoa. Vamos, dijo Ricardo Reis. Adamastor no se volvió para mirarlos, le parecía que esta vez sería capaz de dar un gran grito. Aquí, es donde el mar se acabó y la tierra espera. "