SOBRE EL PROJIMO

 

  

 

Antes de juzgar al prójimo, pongámosle a él en nuestro lugar y a nosotros en el suyo, y a buen seguro que será nuestro juicio recto y caritativo. San Francisco de Sales

Aquel que procura asegurar el bienestar ajeno, ya tiene asegurado el propio.Kung FuTse, Confucio

Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no a llevarla. Pitágoras

Buscando el bien de nuestros semejantes, encontramos el nuestro. Platón 

Casi nadie repara por sí mismo en el mérito de otro. 

Jean de la Bruyère

Comienza a manifestarse la madurez cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros. 

Albert Einstein

Cuando hemos renunciado a nuestra dicha y nos contentamos en ver dichosos a los que nos rodean, es quizá cuando empezamos a serlo. Jacinto Benavente

El cristiano debe ser ajeno en este mundo a la mera diversión. Debe, más bien, obrar, trabajar y producir para la gloria de Dios y para ser verdaderamente útil al prójimo. 

Adolfo Kolping

El don más grande que podemos hacer a otros no es compartir con ellos nuestra riqueza, sino hacerles descubrir la propia. 

Benjamín Disraeli

El hombre no revela mejor su propio carácter que cuando describe el carácter de otro. Juan Pablo Richter

El lujo de ser mejores que los demás hay que pagarlo; la sociedad exige un tributo que ha de pagarse en tiras de pellejo. Jacinto Benavente

El medio más seguro de hacernos agradables la vida es hacérsela feliz a los demás. Arturo Graf

El mejor regalo que podemos darle a otra persona es nuestra atención íntegra.Dr. Richard Moss. 

El odio virulento y larvado hacia el prójimo es la expresión del dolor de uno mismo. Tahar Ben Jelloun

El progreso de unos no puede ser a costa de la miseria de otros. 

Rafael Hernández Colón

El que conoce a su prójimo es erudito; el que se conoce a sí mismo es sabio.Lao Tse.

El que hace sufrir al prójimo se causa daño a sí mismo. El que ayuda a los demás se ayuda a sí mismo. León Tolstoi

El que ayuda a los demás, se ayuda a sí mismo. León Tolstoi

El viaje más importante que podemos hacer en la vida es el de conocer a otro en el camino. Henry Boye

En nosotros, todo lo excusamos; en los prójimos, nada;  queremos vender caro y comprar barato. San Francisco de Sales

Es cuando nos olvidamos de nosotros, cuando hacemos cosas que merecen ser recordadas. Autor desconocido

Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás. Antoine de Saint-Exupéry

Especialízate en el arte de descubrir en todas y cada una de las personas el lado bueno con que cuentan; no hay nadie que sólo sea maldad. Hélder Pessoa Cámara

Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos. Confucio

Frecuentemente es más breve y más útil adaptarse a otros, que hacer que los demás se ajusten a nosotros. La Bruyére

 Generalmente, son las cosas pequeñas las que hacen impacto en el amor y la consideración de alguien, antes que las cosas grandes. 

Autor desconocido

Hablemos siempre de cualquier persona como si ella estuviera presente. Chiara Lubich

Hay gentes que sólo se lavan cuando ven a los otros sucios. 

Christian Friedrich Hebbel

Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el arte de vivir juntos, como hermanos. Martin Luther King

La bandera de conseguir la felicidad, es haciendo felices a los demás. Baden Powell

La chismorrería necesita mucho combustible y el combustible es el prójimo.Víctor Hugo

La forma más  segura de hacernos agradable la vida a nosotros mismos es hacérsela a los demás. Graf

La obra humana más bella es la de ser útil al prójimo. Sófocles

Las culpas de la casa ajena todas las creemos: las de la propia las ven pocos, porque tienen en sus ojos todas las vigas de sus techos. Francisco de Quevedo y Villegas

Las palabras de aliento después de la censura son como el sol tras el aguacero. Johann Wolfgang von Goethe

 

El amor al prójimo

La parábola del buen samaritano es una historia querida y conocida que habla de cómo tratar al prójimo. Según la interpretación habitual, el hombre que fue golpeado y robado es el prójimo, y el prójimo se define como cualquier persona que necesita ayuda.

Pero parece que Jesús puso más énfasis en el hecho de que el prójimo fue el que ayudó a la víctima. Después de contar la parábola, Jesús le pregunta al abogado escéptico: "¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?" (Lucas 10:36). El prójimo es el que tiene compasión de la persona necesitada y le ayuda. Así que la pregunta es: "¿Somos buenos prójimos o no?"

Comentario Bíblico

I. El mandato de amar a otros Levítico (19:13,18,33,34; Mateo 22:37-40)

A. Tratando al prójimo como a uno mismo

El pasaje en Mateo nos hace entender que aun cuando las estrictas reglas de la Ley estaban en pie, el principio fundamental de la vida para el seguidor de Dios, era el amor divino. La ley no fue escrita para el hombre justo, sino para los "transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos..." (1 Timoteo 1:9).

Traten al extranjero "como a un natural de vosotros" Moisés les dijo a los israelitas. Tal mandamiento era demasiado para un israelita, quien sabía que su propio pueblo era escogido por Dios. Los gentiles alrededor de ellos eran paganos. El mandamiento demuestra que Dios nunca quiso excluir a los que no eran judíos de tener comunión con El. Fueron los judíos quienes pensaron que ellos eran los únicos que recibirían la misericordia de Dios. Por lo tanto, creían que sólo ellos eran dignos de recibir privilegios especiales.

 

Pregunta: ¿Por qué debían los israelitas tratar a los extranjeros (los gentiles) mejor de lo que los extranjeros los habían tratado a ellos?

Los israelitas debían tratar bien a los extranjeros porque (1) los israelitas habían sido extranjeros en Egipto y sabían bien lo que era quedar excluidos, y (2) el Señor era su Dios. Puesto que Jehová es un Dios de amor y compasión, su pueblo debía mostrar los mismos atributos. El mandamiento de amar a otros todavía está vigente hoy.

Si el cristiano ama como Dios quiere y con la plenitud del Espíritu Santo para amar, naturalmente guardará los mandamientos y las limitaciones de Dios concerniente al trato de los demás. El que sinceramente ama a su prójimo no lo oprimirá ni le engañará, no le pagará mal por mal y no guardará ningún rencor contra él

 

anterior                                                                                                        siguiente